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Mostrando entradas de agosto, 2018

Despedida

Las ocho y sigue sentado como cada mañana. En el mismo banco, y con ese traje entallado que le queda tan bien. Me pregunto que llevará en las manos. Siempre deja un paquetito a su lado derecho. Pero nunca lo mira. Quiero acercarme para hablar con él, tiene un rostro tan tierno… Me adentro en mis quehaceres, la oficina está a tope esta mañana. Quizás a la hora del almuerzo me acerque. Siempre se va cuando cae el sol. - Disculpe. ¿Puedo sentarme? - le ofrezco mi mejor sonrisa. Me sonríe y asiente. Creo que esto va a ser más difícil de lo que pensaba. Miro disimuladamente a mi izquierda. Es una cajita minúscula. La curiosidad me corroe. A lo lejos un niño de unos 8 años se acerca corriendo. ¿Donde estará su madre?. Se dirige hacia nosotros, dando pequeños saltitos, con los brazos de forma horizontal, como si estuviese imitando a un avión, y haciendo unos ruidos intercalando graves y agudos. - Hola Juan. Hoy no quiso saber nada de mí. Me ha vuelto a dar largas. Dichosa M...

Vagando por La Costa Granadina

¿Os habéis parado a pensar en la sensación tan satisfactoria que sentimos cuando nos sorprenden?. ¿En ese pequeño escalofrío que recorre nuestro cuerpo?. ¿O esa mirada cómplice hacia la otra persona, sin darnos cuenta de lo mucho que lleva dentro?. Ami me encanta experimentar estas emociones, pero aún más, regalarlas. Y es por eso, que decidí darle este deleite a una persona. Quiero que sea secreto, esto queda entre los dos. A si todo es más… ¿Sabéis apreciar el aroma de la naturaleza? Cerrad los ojos e imaginad que estáis en la punta de un barranco. Enfrente tenéis el mar, contemplando un horizonte infinito. A vuestra derecha, una maravillosa puesta de sol, junto con una cala y un pequeño velero. A vuestra espalda, una torre atalaya costera del siglo XVIII. Y a vuestra izquierda, casas blancas dibujando la silueta de la costa. ¿Lo oléis?. Es el frescor de las olas. Es maravilloso. Si prestáis atención a los pequeños detalles, oiréis las chicharras cantar, la pequeña avispa qu...

Tu curva

Es difícil describir esa sensación. Nunca pensé que mis ojos la eligiese. Ni que de mi estómago volvieran a nacer esas pequeñas mariposas que viajan en las entrañas de mi ser, mientras tú, me deslumbras con ella. Ese leve titubeo nervioso al escuchar el susurro de tu voz. Que extrañas esas sensaciones cuando te convences de que nunca te volverían a pasar. - Veinte euros. - ¿Cuánto? - joder que boca - a sí. Perdona - sonrío tímida- aquí tienes. - Espero verte pronto - su voz me suena a poesía- qué lo pases bien esta noche. - Gracias. Una conversación de besugos diría mi amiga. Unas palabras tontas dijo mi subconsciente. El amor de mi vida dijo mi mente. Melancolía… Dictó mi corazón. Y con una sonrisa me despedí, a través de un cristal. ¿Triste, verdad?. Pasaron las horas, los días, y aquel momento nunca se repitió. Ilusa de mí, recreaba aquel instante, como si mañana volviera a pasar. Porque no… Nunca dejaba de pensar en ella. Tú sonrisa. - A.C