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Mostrando entradas de septiembre, 2018

¿Contamos hasta diez?

Cierra los ojos, respira y relajate. Bien. Quiero que sientas mis labios, están húmedos y se amoldan perfectamente a tu glande. Bajo despacio el prepucio, lento, sin que mi lengua la toque aun. Una vez abajo, mientras te miro y acaricio el escroto, subo absorbiendo. Ahora si, vuelvo a bajar, pero esta vez notaras algo caliente, es mi lengua pasando por tu tronco de forma circular. Sigo bajando hasta notarla en la campanilla, hasta que me sale una pequeña arcada. Subo, te escupo, y juego mientras la saliva se va depositando en ti. Te paso mi lengua por la punta, pero esta vez mostrándote mi piercing. ¿Cosquillas verdad?. Te vuelvo a mirar, pero esta vez con mi sonrisa picarona. Noto como te vas excitando cada vez más, por lo que optare por absorber con fuerza mientras te hago una paja al compás. Mmm… Ya noto tu líquido prepararse. Dejo mis manos quietas, quiero acabar solo con mi boca. La rapidez es ahora mi gran aliado. Uno, dos, tres… Me doy golpecitos en la cara. Cuatro, cinco, sei

Miedos

Te quiero, pero no se como decírtelo. Quiero mostrarte mis sentimientos, pero tengo miedo. Quiero que me mires como yo a ti, pero así, nunca seré correspondido. Quiero explicarte lo que siento cuando te veo, pero sé que saldrás corriendo. Necesito contártelo, necesito que sepas que llevo mucho tiempo enamorado de ti. Llevo tantos años encerrado en este cuerpo, que cuesta mucho poder mostrarme al mundo tal y como soy. Los prejuicios, son la orden del día en mi mundo. Y por esto, he optado por marcharme. Volveré, pero vendré distinto. Pasare a llamarme Sergio, y no Ana. Vendré con otro rostro y cuerpo. Me armare de valor para buscarte, que me conozcas de verdad. Sé que me juego nuestra amistad, pero hace mucho que mis ojos dejaron de mirarte como tal. - A.C

Pequeña amateurs

Estoy un poco nerviosa. Voy a participar en la grabación de una web bastante importante, lo cual conlleva actores reconocidos. Y yo, solo soy una simple amateurs, apenas he probado lo que vamos a hacer hoy. ¿Y si no soy capaz?. Si no me gusta, ¿podré fingir?. Antes de adentrarme en este mundo pensaba distinto. Creía que no sufrían, que todo les gustaba. Pero no, las grandes cantidades de dinero que se manejaba en cada oferta era muy tentativa. Y por eso, me encuentro en este autobús mugriento dirección al estudio. Lo haremos en una habitación pequeña forrada de espejos unidireccionales. Habrá un montón de invitados que podrán vernos en vivo y nosotros no podremos verlos a ellos. Eso me tranquiliza…Un poco. También sé que lo haré con un chico y tres chicas, incluyéndome ami.  - Buenos días, dirígete hacia su camerino. Allí podrá asearse y vestirse. Cuando este lista solo venga. Le esperamos. - Gracias.- No supe qué más decir e hice lo que me indico. Que conjunto más sexy, que lasti

Lunes

Como cada maldito lunes aquí me encuentro, en la cafetería de siempre. Tomando un café que no me gusta nada y como acompañante, mis apuntes. Ninguna cara nueva. A si nunca conoceré al supuesto amor de mi vida. ¿Pero qué digo?. Suena el sensor del local llamando mi atención y allí estaba. El amor que estaba reclamando hace cuestión de segundos. Moreno, alto, ojos verdes y... Tatuado. Estaba hecho para mí. Pasa un rato cuando recojo mis cosas y me aproximo a su mesa, sin miedo, nos miramos y deslice mi mano sobre su mesa dejándole un papel: a las 20:30 en Santa Barbara. Me solía funcionar con todo bicho viviente, él no será la excepción. Siguiendo mi ritual, fui a los baños de la universidad, y allí me masturbe, me encantaba hacerlo mientras se oía la gente pasar. Después en la biblioteca, en mi rincón preferido, me seguí acariciando mientras fingía leer, cuando en realidad, estaba disfrutando de un buen video porno. Sentada en las banquetas de clase no paraba de pensar, ¿me iría

Tardes de otoño

Me encuentro tumbada mirando hacia el horizonte, aunque las gotas en el cristal me entorpecen la visión, mientras, los truenos rompen el silencio de la tarde y los relámpagos el de la oscuridad. Cierro los ojos, el sonido de la lluvia me relajaba. - Ah...- se me escapa un leve gemido mientras la notaba. ¿Por donde iba?, a si. Las tardes de domingo siempre las pasaba relajada, era como un pequeño ritual, y con la llegada del otoño se acentuaban. Estaba arropada y mi cuerpo se calentaba poco a poco. - Chupame - le entrego mi dedo. Sí, ahí estaba, debajo de mi manta comiéndome el coño mientras yo me abría para él. Es divino, solo él sabe como hacer que me moje con un leve mordisquito en mi clítoris. Noto su mirada proyectada en mi sexo, viendo como me tocaba. Sé que le encanta, y ami también. Cuando estoy llegando al orgasmo, él me ayuda absorbiendo, mordiendo y lamiendo. - ¡Más rápido! - pronto mojaría todo, quito la manta descubriendo su preciosa cara.- tocame rápido y fuerte.

Espejos

- Que dolor de cabeza… No me acuerdo de nada. Me levanto y me dirijo hacia el baño, necesito una ducha fría. Mientras me recorre el agua por mi cuerpo, fría como el hielo y dejándome el vello como escarpias, me viene la imagen. - Mierda, mierda… ¡no!- pego un saltito y salgo corriendo empapada hacia la terraza.- No puede ser.- Allí estaba el chico. Mis ojos recorren su torso desnudo, hasta llegar a su polla. Joder, ya recuerdo lo que pasó. Me quedo embobada mirando su gran paquete mientras escucho una risa. - Me la vas a desgastar de tanto mirarla.- Esa sonrisa picarona, como me pone. Me quedo bloqueada, no recordaba que estaba desnuda hasta que él me acarició un pecho. Mmm… Me gusta como me lo succiona mientras muerde mi pezón. - ¿Cómo llegamos anoche aquí?. - Nos conocimos en la sala “espejos”. ¿lo recuerdas? - Si, algo. Bebí demasiado. - Me dijiste al oído que te siguiera, y aquí estoy. Aquella sala era mi favorita. No había ni un solo espacio sin ellos. Con cualquier postura se ve

Jojoy

Nos desnudábamos con la mirada cuando estas se cruzaban. Pensar en el roce de las yemas de mis dedos contra su piel me deleitaba. Me dejaba frenético pensar cómo debía de ser su aroma al llegar al clímax, y no poder estar para presenciarlo. Quiero recorrer mi lengua por sus pliegues. Con cuidado, quiero que se corra poco a poco. Primero suave, como si de una pluma se tratase, mientras me deslizo de un lado a otro abriendo camino para encontrarme con él. Si, ya empieza a estar mojada. Mi fruto prohibido. Esbozando mordiscos para sentir sus suspiros.Su respiración se va agitando, es hora de aspirar. ¿Los oyes? son el sonido del oasis. Juego con su jugo mientras le voy penetrando con mi mano. En sus ojos se vive el destello de las sensaciones. No pares, me dijo. Palabras que eran música para mis oídos. Le agarre fuerte, y ella me pedía más. Le penetre con fuerza, una y otra vez, dándome sus gemidos mientras ella me salpicaba con su placer. - A.C