Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2019

Brindemos

Quizás en otra vida fuimos unas hijas de puta, le dije a mi amiga. Nos encontrábamos en una taberna de mala muerte tomándonos unas cervezas, cansadas y agotadas mentalmente. Reflexionábamos el por qué nos pasaba siempre lo mismo con los chicos. Todos ellos eran distintos pero cada uno tenía algo en común. Parecía que todos los jueves acudían a algún tipo de sexta para decir exactamente las mismas palabras : 'No eres tú, soy yo', 'me encuentro en un momento de mi vida extraño', 'no estoy preparado para conocer a una chica', 'eres una chica diez, pero...', 'no me pasa nada, me gustas' y un seguido de etcéteras. Pero lo que nunca dicen es que lo único que quieren es follar y adiós. Si, joder. Follar está bien, demasiado bien. Pero, ¿por qué tantas excusas para conseguirlo?. Todo el mundo estamos de acuerdo en que el amor no se busca, todo sucede en el momento en el que el destino nos lo tiene preparado. Yo no busco el amor, me resulta algo difícil

En la noche

'Mi mano y mi mente te sienten'. No dejo de pensar en aquel momento, tu mirada fijada en la mía. Ese olor a fresas cuando me acariciaste la mejilla y tus labios mojados por esa manía tan tuya de morderte el labio. Ella también lo percibe, palpitante, cogiendo dureza segundo a segundo. Nunca pensé que nuestros labios se juntasen entre roces al susurrar, insinuándonos el sexo más sucio, terminando en un beso, fugaz, pero duradero en mi mente. Mi saliva ahora es la tuya, ella lo siente, se humedece. Mis ganas de tenerte en este instante no son nada insignificantes. Imagino, pero te siento muy cerca, tocando mi dorso, mordiéndome, lamiéndome, exigiéndome más con esos gemidos casi mudos por tanto placer que dices entre llantos no soportar, pero que no dejas nunca de querer. Está lista para ti, lubricada sin necesidad de acariciar, ahora mis manos serán las tuyas. ¿Me deseas?.  Suenan preciosos tus besos en mi pelvis, pero más lindo es verte sonreír antes de saborearme. Esa

Querido diario.

Cojo la cajetilla de cigarrillos, solo me queda uno. Suspiro. Miro a mi alrededor y solo se respira tranquilidad. Me gustaría pensar que mis días buenos son en el balcón, con algún libro de mi escritora favorita, fumándome un cigarrillo y bebiéndome un te frió. Pero no, he de reconocer que si me encuentro así, mi día es una puta mierda. Me levanto y me dirijo hacia una habitación, en ella guardo las cosas de cuando era pequeña. Me gustaba escribir, era pésima. Contar lo que me pasaba en mi día a día no me convertía en la escritora junior del premio Planeta. Encontré un viejo diario. Era el ultimo que escribí, me preguntaba por qué decidí no escribir más. Me relajaba. "Querido diario, Hoy me he dado cuenta de que aunque tenga una familia que me quiera, amigos que me apoyen y una aspiración a qué ser de mayor, el amor no ha llegado. Y dudo que aparezca. No me gusta ser pesimista, poco a poco encontré mi camino, mi vocación, las metas por las que luchar para conseguir todo lo que

Fumando black widow

Tengo la vista algo nublada, no recuerdo cuantas copas he tomado. Solo sé que me encuentro con muy buena compañía y que me pueden respaldar si me da una ¿pálida?, si, creo que así la llama mi amiga. Ella dice que es una sensación rara, la cara se te vuelve de un tono blanquecino, se te cierran los ojos y solo quieres respirar lentamente para no morir. A mí me falta bastante para eso, solo estoy borracha y muy cachonda. Hecho un vistazo a mi alrededor, pero no encuentro nadie con quien poder tener sexo. ¡Mierda! Odio estos momentos. Me despido de mis amigos, que no se dan cuenta de mi estado, y dejan que coja mi coche. Hasta que lo vi. Ahí estaba, con una de mis colonias favoritas, con ese peinado que tanto me ponía y... Cómo no, el cabrón se puso esa camisa blanca que hacia caramelo una zona muy sensible. - Hola.- Consigo decir + ¿Te vas sola? - Si, he bebido demasiado, mejor me voy a casa.- Y te empotro contra el coche, dijo mi subconsciente. + Ten cuidado.- Que estúpido era, ú

Nuestros "likes".

¿Os ha pasado alguna vez que habéis visto a un chico, pero de primeras no os ha entrado del todo por el ojo?. Me encuentro en la playa, tranquila, disfrutando de la brisa marina, buena compañía y ... Mi móvil. Si, soy una persona que depende del él, estoy totalmente enganchada. Ojalá hubiese un apagón diario mundial de dos horas para librarnos de estos vicios. Mientras me doy media vuelta para ponerme mi culito moreno, me dispongo a cotillear mis redes sociales. Entre foto y foto, lo vi. No me llamó la atención, os lo juro. Pero lo seguí. Y recibí la misma respuesta. No esperaba para nada que me hablase, solo nos dábamos "me gustas" a nuestras publicaciones, hasta que llegó el día. Me salió una sonrisa, y no sé por qué. Me calló demasiado bien, y no sé por qué. Lo odié por momentos, y sabía el por qué. Tenía un pequeño harte metido en vena, que lo soltaba y me desarmaba riéndome. En ese momento fue cuando lo volví a cotillear, pero más detenidamente, fijándome en cada de