Llevo dos horas masturbándome, y a cuál orgasmo más placentero. Estoy llegando a pensar que tengo un serio problema. Quizás soy... ¿ninfómana?, no se, no creo. No necesito follarme al primero que pasa, pero si se me activa el líbido en cuanto alguien me mira más de dos segundos... Sé que tengo necesidades, pero tampoco quiero parecer una buscona . Lo mismo soy ninfómana pero padeciendo casos no estudiados. En fin, aquí estoy tumbada en la cama, con la mano mojada, esperando a ¿Roberto?¿Nico?¿Fernando?... ¡Mierda!, esto me pasa por follarme a tantos, que a una se le olvida el nombre del chico... Aunque lo que nunca se me olvida es el tamaño y grosor de cada polla que he catado, el número de venas visibles, o si están depilados o no. El número de arcadas que he aguantado con puro placer o las veces que se me han escapado las lágrimas para hacer la mejor mamada. Si... Creo que ningún chico podrá olvidar ni una noche junto a mí. Por eso repito con cada uno de ellos, a mí me da igual que ...
Blog de Andrea Cabello - Relatos eróticos, amor y desamor.