Hay momentos, por circunstancias que te da la vida, que necesitas despegar del mundo real para vivir un sueño. Sueños que mantenemos muchas veces despiertos sin apenas darnos cuenta. Yo me consideraba una persona bastante soñadora, tanto que no dejaba de imaginar mi vida. Vida que añoraba tener. Hoy fue un día raro en la oficina, tenía momentos para cazar moscas y otros de estrés. Pero hubo un instante en el que mirando a un punto fijo, se me fueron pasando leves imagines frente a mí. Solía ver cómo sería mi futuro proyecto ya montado, el cómo sería mi vida junto a alguien o si no quemaría mi futura casa si algún día llegase el momento de independizarme. Proyecciones que no dejarían de ser realidades el día de mañana. Hoy fue distinto… Fantaseé algo precioso. Me despertaba, estirándome como si un gato fuese, levantándome algo pesada por el sueño, me lavaba la cara y los dientes como de costumbre. Me puse con morritos en el espejo y me repetía lo guapa que estaba sin maquillaje, mantén ...
Blog de Andrea Cabello - Relatos eróticos, amor y desamor.