Cierra los ojos, respira y relajate. Bien. Quiero que sientas mis labios, están húmedos y se amoldan perfectamente a tu glande. Bajo despacio el prepucio, lento, sin que mi lengua la toque aun. Una vez abajo, mientras te miro y acaricio el escroto, subo absorbiendo. Ahora si, vuelvo a bajar, pero esta vez notaras algo caliente, es mi lengua pasando por tu tronco de forma circular. Sigo bajando hasta notarla en la campanilla, hasta que me sale una pequeña arcada. Subo, te escupo, y juego mientras la saliva se va depositando en ti. Te paso mi lengua por la punta, pero esta vez mostrándote mi piercing. ¿Cosquillas verdad?. Te vuelvo a mirar, pero esta vez con mi sonrisa picarona. Noto como te vas excitando cada vez más, por lo que optare por absorber con fuerza mientras te hago una paja al compás. Mmm… Ya noto tu líquido prepararse. Dejo mis manos quietas, quiero acabar solo con mi boca. La rapidez es ahora mi gran aliado. Uno, dos, tres… Me doy golpecitos en la cara. Cuatro, cinco, sei...
Blog de Andrea Cabello - Relatos eróticos, amor y desamor.